Jorge Piedrafita, abogado de la acusación popular de los menores que han denunciado al centro de menores de Ateca, ha hablado este miércoles con 'Vamos a ver' para darnos más datos: "Nos estamos enfrentando a algo realmente terrorífico. Nuestro deber como acusación popular es construir una buena base probatoria para que cuando esto llegue a juicio caga todo el peso de de la ley sobre estas personas. Por lo que conocemos, hay testimonios de varios trabajadores y que se ha interesado por parte de la Guardia Civil a que un experto en menores reconozca a estas víctimas", ha explicado.
"El relato de los menores coincide con el de los trabajadores y estos testigos lo probarían", ha analizado. "Cuando no tienes nada que esconder, lo mejor es que se lo manifiestes a la juez y más cuando tienen que decidir si te envía a prisión o no. Tenemos que tener tolerancia cero y puede que existan más víctimas a las que animamos a que rompan su silencio", ha adelantado sobre la investigación que se está realizando.
Después de que 'Vamos a ver' pudiese hablar este lunes con dos de las madres de los menores que han denunciado los horrores que presuntamente sufrían los jóvenes del centro de menores de Ateca, el programa ha tenido acceso a las explicaciones que el director daba a los familiares de estos jóvenes.
"Mire, yo no puedo decir nada... nada de información, pero su hijo está bien", decía el director ante las preguntas de una de las madres. Descontenta con su respuesta, ella insistía: "Usted sabe que es el director y sabe que a mi hijo le intentaron apuñalar por parte de esas personas".
El director del centro de atención a menores Ateca mantenía su versión: "Su hijo no está en ningún riesgo de nada, ¿vale? Soy el director y tengo el derecho a denunciar y también tengo la obligación de...", continuaba durante la conversación que ahora ha salido a la luz.
"Tienen la obligación de protegerlo porque es peligroso lo que le le hicieron estas personas. No lo tape", insistía esta madre. Lejos de admitir su error, el director insistía: "No lo tapo, pero no es tan exagerado", sentenciaba antes de dar por finalizada la conversación.
El director del centro de menores Fundación Salud y Comunidad gestiona en Ateca, en Zaragoza, dos educadores sociales y dos auxiliares del mismo centro, están acusados de delitos de agresión sexual en grupo a una menor de 17 años. La madre de la segunda víctima, un chico de 16 años, habría denunciado que éste fue objeto de lesiones, golpes y trato vejatorio.
La juez encargada de la instrucción, la número dos de Catalatud Aíra Ramírez, también a petición de la Fiscalía tras el atestado de la Guardia Civil de Zaragoza, ordena el ingreso en el centro penitenciario de Zuera sin fianza para los cinco y la clausura del centro.
'Vamos a ver' ha podido hablar este lunes con dos madres de estos menores de edad, que nos han relatado la pesadilla que toda la familia está viviendo: "Ha sido un dolor muy fuerte. Nos hemos visto desamparadas y el gobierno de protección de menores nos dijo que no iban a investigar porque no eran policías. El director nuevo tampoco quiso hacernos caso y decía que estábamos exagerando porque allí no pasaba nada", han comenzado a contarnos.
"Los traumas que tienen nuestros hijos son muy fuertes. Al principio no podían ni ingerir alimentos porque sus estómagos estaban muy reducidos. Por la noche vienen sus peores torturas porque no pueden dormir", nos han contado sobre el estado de salud en el que se encuentran los menores.
Una de las madres nos cuenta que le prohibieron las visitas a su hija cuando empezó a quejarse al sospechar que algo no iba bien: "Cuando empiezan los golpes y a mi hija le rompen un diente pido que investiguen e inmediatamente me prohíben las visitas dentro del centro porque no me quieren allí".
"Los educadores intentaron matar a mi hijo dentro del centro y el director me dice que no está pasando, que lo estoy exagerando todo, que pasó algo el viernes pero que no era nada grave", nos ha contado una de estas madres que asegura tener la grabación de este momento.
Además, una de ellas nos asegura que a su hija la quemaron con cigarrillos: "La jueza se puso a llorar al ver todos los brazos quemados de mi hija", ha relatado en directo.