El juicio al hombre de 25 años acusado de violar y asesinar a una menor de 14 años en Alcalá la Real (Jaén) en febrero de 2022 ha comenzado este lunes 27 de mayo. En este, el asesino confeso se enfrenta a una petición de prisión permanente revisable.
Asegura que la muerte de la joven se produjo debido al juego de la asfixia: "Hicimos el juego de la asfixia, que era lo principal de ese encuentro, pero también íbamos allí a pasar la tarde". Además, relata con todo tipo de detalla cómo fue el momento de la muerte: "Se acostó, tomó aire varias veces y le apreté el cuello. No pensé en que fuera a salir mal, lo había hecho varias veces, no se me pasó por la cabeza que fuera a salir mal. Apreté con toda mi fuerza y mi peso".
Se trataría de un presunto juego que consiste, como su propio nombre indica, asfixiar a la otra persona: "Consiste en llevar al oprimido hasta perder el conocimiento durante unos segundos en busca de una suerte de ensoñaciones o placer extraño", explica.
El acusado ha asegurado que ni siquiera sentía atracción física por su víctima: "No tenía ningún interés sexual en Khawla. No sé por qué le metí los dedos en la vagina. Estaba en shock", ha dicho en sus declaraciones.
Pero esta versión se contradice con lo que le dijo al 112: "Quería que viniese la policía porque he matado a una chica". Además, tras el crimen le mandó a un amigo suyo una serie de mensajes acompañado de la fotografía del cadáver desnudo de Khawla: "No sé tío, se me ha ido la p... cabeza. Yo te había dicho desde siempre que soy un psicópata. Yo no nací para existir en este mundo ni en ninguno. Yo lo dije siempre, que no me gustaba existir".
Ahora, en su declaración ha querido suavizar esa conversación: "Cuando supe que la chica estaba muerta llamé al 112, pero no soy ningún psicópata. Eso lo dije como parte del humor macabro", asegura ahora.