En la madrugada del pasado sábado, los bomberos encontraban en una urbanización de Chiloeches tres cuerpos sin vida y con signos de violencia tras sofocar un fuego. Se trataba de tres integrantes de la misma familia, un matrimonio de 52 años y su hija de 22.
Dos jóvenes españoles de 24 años, uno de ellos con varios antecedentes policiales, y una joven venezolana de 22 años son las tres personas arrestadas por el triple crimen de Chiloeches. La investigación apunta a la autoría de uno de los dos detenidos, un varón vecino de la localidad de Pioz con antecedentes por robo con fuerza y estafa, así como la implicación del otro varón como cómplice y de la mujer como encubridora.
'Vamos a ver' ha podido hablar con Esther, la cual vive de forma permanente en es mismo hostal en el que se alojaron estos presuntos asesinos, y nos ha contado cómo se comportaron en las horas posteriores al suceso: "Se registraron sobre las 12 en el hostal, estuvieron paseando por el pueblo, comiendo chuches y fueron a tomar café. Estaban tan tranquilos, se comportaban como si no hubieran hecho nada y no te podías ni imaginar algo así", nos ha contado.
"Sobre las 18:30 horas llegaron dos furgones de la Guardia Civil y los detuvieron. En el registro encontraron armas, objetos de valor, dinero y sabemos que había drogas", ha añadido esta testigo de la detención.
‘Vamos a ver’ se desplaza hasta Chiloeches, Guadalajara, para explicar cómo es la vivienda en la que se ha producido el triple asesinato en la que los tres detenidos acuden a la vivienda para realizar una reconstrucción de los hechos.
El reportero explica: “Cuando declaren es muy probable que vengan a la vivienda para reconstruir los hechos. Queremos hacer énfasis en la vivienda, no hay testigos porque no hay casas a los lados".
“Ellos tenían información muy importante porque se valieron de la confianza de Laura, la hija y conocían que los padres trabajaban de noche, que dejaban la parcela abierta y que no iba a haber testigos por lo que nadie escucharía nada. Urdieron un plan sacando la información a Laura y sabían que tenía objetos de valor, como por ejemplo relojes que la Guardia Civil encontró”, explica Julio Uzal.