Nuevo giro en el conocido como 'Crimen de Manzanares' al inculpar a un tercer investigado. Esta es la conclusión de la Guardia Civil con nuevas pruebas que implican a Caba y Rivera, pero también a Juan Carlos S.F., un contable que llevaba las cuentas de Caba y le ayudaba en sus negocios desde hace años. Los investigadores de la Unidad Central Operativa (UCO) y de la Guardia Civil de Ciudad Real atribuyen a ese tercer hombre un delito de encubrimiento tras descubrir que "ayudó" al presunto asesino a eludir a los investigadores y a evitar que llegaran hasta él.
'Vamos a ver' ha podido hablar este miércoles con Juan Carlos. A su llegada a los juzgados de Manzanares, en nuevo acusado ha desmentido cualquier tipo de vinculación con estos crímenes: "No tenía ninguna relación con ellos", ha asegurado. Además, ha desmentido tanto haber sido su contable como haberle entregado dinero. "No voy a hacer ninguna declaración", ha finalizado. Gaspar, otro de los inculpados, se ha mostrado estar por todo lo que pasó.
Lo hizo, según las pesquisas, poniendo a su nombre (de una sociedad suya) la finca en la que Caba y Rivera escondieron el cadáver del empresario, dificultando así que la Guardia Civil pudiera vincular ese terreno con Caba e impidiendo, por tanto, que buscaran el cuerpo de la víctima allí hasta marzo de 2023, cuando el empleado de una inmobiliaria reveló la existencia de esa finca a los investigadores.
De acuerdo con el informe de la Guardia Civil, Juan Carlos S.F. "mintió" durante meses en sus declaraciones como testigo ante los agentes, que cuando le preguntaron por las propiedades que Caba había adquirido con su ayuda mencionó tres fincas, pero "omitió" que Caba también disponía del terreno donde luego hallarían el cadáver del empresario.
Ante las evidencias halladas por los agentes, aseguraría después que no lo contó porque "lo olvidó". Con todo, intentó hacer creer a los investigadores que en realidad la finca era suya porque, meses atrás, él había comprado la propiedad a Caba "como inversión", aunque aseguró no haber visitado nunca el terreno, añadió que no tenía previsto sembrar nada allí y reconoció que era Caba quien tenía las escrituras de la finca.