‘Vamos a ver’ se desplaza hasta Abla, Almería, para mostrar las imágenes de la familia de las niñas de 2 y 4 años envenenadas por su padre llegando a la misa.
Paco Ballesta, desde las puertas de la iglesias, explica: “Acabamos de vivir un momento desgarrador, ha llegado la madre a la misa que empezaba a las 10:30, ayudada de las personas que más quieren a la madre. Casi no podía andar, estaba rota…llorando…”.
Además, el reportero comenta: “Un crimen, que cuantos más datos sabemos, es más cruel. También hemos podido hablar con la hermana del asesino, está abatida y pide por favor que no marquen a su familia”.
El informe preliminar de autopsia realizado al padre y a las dos niñas de 2 y 4 años a las que presuntamente asesinó en un cortijo del término de Alboloduy, Almería, confirma que las muertes se debieron a una intoxicación por pesticida. De acuerdo con dicho informe, Alina, la madre de las menores, se encontró a sus hijas fallecidas cuando llegó desesperadamente a buscarlas, pero llevaban varias horas muertas, desde las 9:30 de la mañana de ese domingo.
Se investiga la naturaleza del doble crimen, con toda la información recabada señalando hacia un caso de violencia vicaria: el presunto asesino tenía antecedentes por violencia machista contra su expareja y madre de las niñas, así como una orden de alejamiento de ella.
Intoxicadas con pesticidas, el progenitor también ingirió el producto. Él mismo, agonizante, confesó a la madre el envenenamiento al señalar varios recipientes que había en la casa agrícola de Alboloduy que él usaba para trabajar los olivos y donde comedió el doble parricidio. Murió casi a media noche, 15 horas después de matar a Elisa y Larisa.