'Vamos a ver' investiga una supuesta red de compraventa de mujeres que venden su virginidad en España para comprobar si realmente existe esta nueva forma de prostitución en el país.
La periodista de investigación comienza mostrando una entrevista a Laura, el pseudónimo de la mujer que asegura haber vendido su virginidad a una estrella de Hollywood por dos millones de dólares. Así lo explica para 'Vamos a ver': "Este actor de Hollywood ofreció dos millones y la verdad es que me parece irreal, porque no creo que nadie pueda conseguir esa cantidad en tan poco tiempo".
Laura también comenta para el programa cómo se cerró la operación con el actor de Hollywood: "Primero, nos vimos en la subasta física en Londres donde se realizaban las pujas. Después nos vimos en Alemania... y ya dejé de ser virgen. Fuimos a cenar para hablar, conocerle y averiguar si era la persona apropiada. Fue muy amable, creo que conectamos desde la primera vez que hablamos. No me parecía un extraño, me trató muy bien, fue muy educado".
Sin embargo, estos testimonios proceden de la misma red que hicieron famosa a Alessandra Kefren en 2017, la mujer que fingió haber vendido su virginidad. "Nunca ocurrió, no hubo ninguna puja, no existía tal comprador. El plan era que yo conseguiría trabajo en mi carrera de modelo, me haría famosa y ellos conseguían mucha publicidad".
Tras el primer reportaje, 'Vamos a ver' ha realizado una profunda investigación en redes y ha encontrado una supuesta red de compraventa de virginidad que opera en España.
El periodista especialista en investigación consigue contactar con una de las mujeres que vende su virginidad y finge estar interesado para corroborar si existe la red de compra en España. La propia mujer así lo aclara: "Si. Efectivamente, yo te estoy vendiendo mi virginidad. Mi primera vez. Porque usted va a pagar. Entonces como que estoy a su servicio. A lo que usted diga. Pero, con condón".
La mujer incluso ofrece fotografías temporales y sin filtros para ver cómo es ella físicamente y cuenta por qué necesita el dinero: "El dinero sí que me urge un poco. Y si se puede que me vaya depositando algo para que... yo empiece a pagar un poco mis deudas. Me atrasé un poco en mis colegiaturas". Además, quiere tenerlo todo controlado desde un primer momento: "Me interesaría pactar todo el trato. Más o menos a qué horas estaríamos, cuánto tiempo estaríamos... Confírmeme la hora y fecha para que yo esté disponible. Más que nada para que pida permiso en el trabajo faltar"
Por último, en el reportaje se muestra cómo la mujer intenta facilitar su número personal para empezar cuanto antes con la operación: "¿Quiere que le pase mi numero para que empecemos a tener contacto? Si quiere irnos conociendo, platicando, haciendo videollamada... Ya sabe, para que me conozca".
Joaquín Prat, tras el reportaje de investigación, se muestra muy crítico con la red de compraventa: "No es prostitución. Es trata de seres humanos con fines de explotación sexual aprovechando la vulnerabilidad de estas personas que si detrás de esta pobre chica no hay una red de explotación sexual de proxenetas".