Carmen Alcayde es todo un torbellino y ya ha conseguido convertirse en uno de los rostros imprescindibles del programa ‘Sálvame’. Lo sabe todo sobre los colaboradores y los famosos, sin embargo, es muy poca la información que se tiene de su vida personal.
Siempre se ha mantenido bastante prudente y nunca ha dado una exclusiva hablando de su vida privada. Sin embargo, hace algunos años, Telecinco asistió a uno de los eventos más importantes de su vida y nosotros hemos conseguido rescatar esas imágenes.
Retrocedemos al verano de 2003 para recordar cómo fue la boda de la colaboradora de ‘Sálvame’ con su marido y cuál fue el vestido que eligió para uno de los días más importantes de su vida.
Carmen Alcayde se dio el ‘Sí, quiero’ con Eduardo Primo de Arnau el viernes 11 de julio del año 2003 y lo hizo en una ceremonia de lo más íntima, a la que no faltaron sus familiares y amigos más cercanos. Un evento al que no asistió Jorge Javier Vázquez, que por aquel entonces era su compañero en el programa ‘Aquí hay tomate’.
La ahora colaboradora de ‘Sálvame se casó en su tierra, Valencia, y lo hizo en una capilla cercana a su vivienda de toda la vida. El programa ‘Aquí hay tomate’ mostró todas las imágenes en primicia en el año 2003, donde pudimos ver a una novia de lo más radiante.
Para aquel día tan especial, la valenciana eligió un vestido de tirantes y escote cuadrado, de blanco riguroso y con un velo de rejilla que despertó los comentarios más irónicos de Jorge Javier Vázquez: “Me encantó el tocado. Esa redecilla para envolver naranjas va muy bien”, dijo.
En las imágenes que mostró el programa de Telecinco hace diecinueve años, pudimos ver a la novia llegando al altar, agarrada del brazo del que actuó como padrino, su hermano Pedro. Además, pudimos ver el interior de la capilla, el momento del ‘Sí, quiero’ y su salida del interior de la iglesia, ya convertidos en marido y mujer.
Carmen Alcayde acudió al programa ‘Aquí hay tomate’ dos días después de casarse y no pudo contener la emoción al ver las imágenes de su boda. Le daba un poco de apuro que se hicieran públicas, pero, aún así, no podía ocultar que estaba de lo más feliz.