La verdad de Vanessa Bouza salía a la luz este martes en ‘Gran Hermano: Límite 48 horas’, cuando confesaba ante todos sus compañeros que tiene fagofobia, un miedo irracional a atragantarse, algo que le impide comer alimentos sólidos.
Una fobia que no es la única que queda al descubierto entre las cuatro paredes de la casa más famosa de Guadalix de la Sierra, ya que, a lo largo de la historia del reality show de Telecinco, han sido muchos participantes los que han revelado sus mayores temores.
El ex de Yola Berrocal y la dependienta gallega confesaron sus mayores miedos en ‘Gran Hermano 12’. En primero lugar, fue él el que aseguró que tenía aerofobia: “Llevo diez años viajando en avión y cada vez va a peor. Lo odio”, declaró.
Por su parte, Marta López afirmó que sufría de aracnofobia: “Me dan pánico las arañas. Cuando veo una moverse, me entra dolor en el pecho, me baja por el brazo izquierdo y tengo la sensación de que me va a dar un infarto”, aseguró.
La hija de Fortu Sánchez aseguró en ‘Gran Hermano 12+1’ que tenía acrofobia, un terror intenso a las alturas: “Lo tengo desde que los dieciséis años y voy a cumplir 29. Recuerdo el momento exacto en el que me empezó”, afirmó en la casa de Guadalix de la Sierra.
“Fui al piso de unos amigos que vivían en un sexto, me asomé al balcón y, de repente, me dio un rollo estando ahí… Llega un momento en el que se convierte en una obsesión”, apuntó en una charla con sus compañeros.
Algunos de ellos le recomendaron ir a terapia y ella explicó que ya lo había intentado: “He dejado de ir al psicólogo porque me he rayado, no he sido capaz, no es tan fácil”, aseguró la exparticipante de la decimotercera edición del concurso.
En 2016, los concursantes se enfrentaron a una habitación del pánico y Laura Matamoros eligió que Liz Emiliano recibiera una lluvia de gusanos. Más de cinco kilos de estos invertebrados cayeron sobre su cabeza e hicieron que entrara en pánico.
La concursante de ‘GH VIP’ salió de la habitación muy afectada y con un ataque de histeria. Sentía que tenía el cuerpo lleno de insectos y, por ello, tomó la decisión de darse una ducha para intentar desprenderse de cualquier rastro de gusanos.