Jorge Pérez se enfrentó este martes al ‘puente de las emociones’ de ‘Supervivientes All Stars’ y se confesó sobre algunos de los aspectos más importantes de su vida. Como no podía ser de otra manera, habló de su mujer, Alicia, su principal apoyo.
De ella dijo que le hace “mejor persona”, que le “motiva” y le “hace seguir adelante”. Sin duda alguna, es la mujer que siempre ha estado a su lado y que lo ha acompañado en sus horas más bajas.
Una de las ocasiones en las que se convirtió en su pilar fue hace años, cuando él se enfrentó a una de las épocas más duras de su vida por culpa de una “obsesión” que el mismo confesó en Telecinco. Damos un salto al pasado para recordarlo.
Hubo un episodio en la vida de el miembro de la Guardia Civil que decidió omitir en el puente de las emociones y que sí que contó hace años en el programa ‘Ya es mediodía’ de Telecinco, concretamente en 2021, después de ganar ‘Supervivientes’.
El marido de Alicia Peña se sinceró como nunca y habló de la “obsesión” que trastocó su vida: “Hubo un momento en el que el trastorno de verme bien se me fue de las manos (..) A toro pasado, veo que tenía un problema”, declaró.
“Era una obsesión con el cuerpo, con el gimnasio… Engañaba a mi mujer, no con otras, per sí le decía que iba a hacer unos recados, porque el gimnasio estaba cerrado, y me hacía 60 km para ir a un gimnasio que estuviera abierto”, afirmó.
En su relato, Jorge Pérez aseguró que “nunca” terminaba de verse “bien”: “Entras en un bucle de destrucción total (..) Lo mejor que me pudo pasar fue romperme el brazo. Estuve mucho tiempo sin poder entrenar y lo pasé muy mal”, aseguró.
El ahora concursante de ‘Supervivientes All Stars’ se confesó como nunca ante las cámaras de Telecinco y declaró que estuvo a punto de caer “en depresión” tras lesionarse y no poder entrenar: “Mi mujer fue mi principal apoyo”.
Pese al sufrimiento que pasó por culpa de esa “obsesión” que él mismo destapó, el concursante salió más fuerte de aquella rotura de brazo: “Volví a retomarlo con otra visión y empecé a ver que no pasaba nada si un día no iba a entrenar. Era más flexible con la comida”.