No solo de pruebas de líder viven los concursantes de ‘Supervivientes’. Para resistir en la aventura más extrema de la televisión es necesario tener fuerzas y, por ello, las pruebas de recompensa tienen especial importancia.
A lo largo de la historia del formato de Telecinco, han sido muchos los juegos a los que los participantes se han enfrentado para ganar comida, fuego o elementos indispensables para la supervivencia, pero ¿recuerdas cuál fue el primero que disputaron?
Retrocedemos al pasado para rescatar las imágenes de prueba de recompensa con la que empezó todo, quiénes ganaron y, lo más importante, cuál fue el premio del que pudieron disfrutar tras la victoria.
Un grupo de anónimos llegó con muchísimas ganas de aventura en el año 2000 y se lanzaron a participar en la primera edición del reality show más extremo de Telecinco. Entre ellos había profesores, deportistas o químicos, pero todos tenían algo en común: querían convertirse en ganadores.
Lucharon con todas sus fuerzas desde el primer día y lo dieron todo en cada una de las pruebas, sobre todo, en aquellas en las que el premio era una recompensa. Fue en la segunda gala cuando los participantes tuvieron que darlo todo para conseguir lo que había escondido en un cofre.
La primera prueba de recompensa de la historia de ‘Supervivientes’ se llamaba ‘Súbete aquí’ y fue Juanma López Iturriaga, el presentador del programa, el que se encargó de explicar todos y cada uno de los pasos que tenían que dar los equipos para ganar.
Los equipos Norte y Sur tuvieron que ir nadando desde la orilla de la playa hasta unas plataformas que estaban construidas en el agua. Después, tenían que subirse todos los miembros de los equipos a cada una de ellas y resistir, al menos, tres segundos.
Después de una tremenda lucha, fue el Equipo Sur, el de color azul, el que se alzó con la victoria y tuvieron la oportunidad de elegir entre los tres cofres que escondían grandes recompensas: uno ocultaba comida; el otro, útiles de aseo y el último, ‘pequeños placeres’.
Los azules viajaron a Playa Larga, que así era como se llamaba el lugar de la isla en el que vivían y fue allí donde aguardaba la llave con la que pudieron abrir el cofre que habían elegido, el de los ‘pequeños placeres’.
Pero ¿qué era lo que escondía? ¿Qué era aquello que iba a hacer las delicias de los ganadores de la primera edición de ‘Supervivientes’? Nada más y nada menos que 8 cervezas frías, una botella de ron y tabaco para liar con hojas de banano.