A qué se dedicaba Aitor, tentador de Paola Monzani, antes de participar en 'La isla de las tentaciones'

  • Aitor fue pretendiente de Carmen Saavedra en el programa 'Mujeres y hombres y viceversa'

  • El soltero de 'La isla de las tentaciones' llegó pisando fuerte al programa del amor

  • Aitor, soltero de 'LIDLT 5' contó a qué se dedicaba antes de entrar al programa

Aitor ha sido la persona que ha puesto a prueba a Paola Monzani en la quinta edición de ‘La isla de las tentaciones’ y quien ha conseguido que Andreu sude la gota gorda. El guapísimo soltero se ha convertido en el mayor apoyo de la participante y le ha hecho reír a carcajadas.

Un acercamiento que no ha gustado nada a Andreu, que protagonizó con Aitor un cara a cara de lo más tenso en la hoguera de los solteros. Allí se vieron frente a frente y tuvieron un duelo de titanes en el que no faltaron los reproches.

El tentador de Paola Monzani ha dado mucho de qué hablar en esta edición, pero sabemos muy poco sobre su pasado. ¿A qué se dedicaba antes de dar el salto a la televisión? ¿Cuál es la profesión del soltero de ‘La isla de las tentaciones 5’?

La profesión de Aitor, soltero de ‘LIDLT 5’

Tenía 27 años cuando el guapísimo soltero se presentó a ‘Mujeres y hombres y viceversa’ en el año 2019. Lo hizo para conocer a Carmen Saavedra, quien, casualidades de la vida, también ha sido tentadora en la última edición del programa de Sandra Barneda.

Ambos se conocían de fuera, ya que habían estado un tiempo hablando por redes sociales y por teléfono. Por ello, no era de extrañar que en su primer encuentro tuvieran una química brutal. Su primera cita fue en la casa de los tronistas y allí pudieron intercambiar primeras impresiones.

No era algo habitual en el programa que el pretendiente acudiera antes a una cita que al plató, pero, en el caso de Aitor, fue así. Después de aquel encuentro lleno de chispa, Aitor bajó las escaleras del dating show contó algunos datos sobre su vida.

Explicó que tenía 27 años y que vivía en Cobeña, aunque era natural de San Sebastián de los Reyes. Vivía con sus padres, su abuela, su perro y su gato y contó que trabajaba como “agente de rampa en el aeropuerto de Madrid”.

Carmen Saavedra tuvo un flechazo con él y aseguró que le había gustado bastante en persona, por lo que no dudó en invitarle a ocupar un puesto en su bando de pretendientes.