Que tiemblen las playas de Honduras, porque la auténtica tempestad que va a revolucionar los Cayos Cochinos tiene nombre y apellido: Bea Retamal. La ganadora de ‘GH 17’ ha sido la última confirmada para la nueva edición de ‘Supervivientes’ y en ‘Unplugged’ no hemos podido evitar regresar a sus orígenes, cuando se presentó a la audiencia en 2016 como un auténtico torbellino.
Hace cuatro años que Naranjita fue seleccionada para participar en su primer reality y se enteró en directo en plató de que iba a pasar tres meses separada de su familia y conviviendo en la casa más famosa de Guadalix de la Sierra. La valenciana no pudo ocultar la emoción y empezó a gritar y a saltar como una loca en el momento que conoció la noticia.
El vídeo de presentación que hizo para ‘GH 17’ fue una auténtica maravilla. En él podíamos ver a una Bea de lo más original, que lucía ‘pelazo’ y extensiones moradas y que derrochaba espontaneidad por los cuatro costados. Se definía a sí misma como ‘chonija’, porque era una mezcla entre pija y ‘choni’ y, además, aseguraba que rompía cuellos, porque los chicos se giraban por la calle a su paso.
En su primer contacto con la cámara, Bea nos coló en su habitación y contó algunos de sus secretos. Explicó que ella era en el gimnasio era un “show”, por lo que prefería hacer sentadillas en su casa para realzar “la pompa”. Su cuarto era de color rosa y, en uno de los rincones, tenía un ‘miniconfesionario’ que dejaba claro que era una auténtica amante del formato de telerrealidad.
Tenía solo diecinueve años por aquel entonces y dejó claro que su familia era lo más importante. Sentía devoción por su “yaya” y adoraba a su madre, a la que consideraba su “amiga y hermana”. Además, Bea nos coló en su trabajo en el primer día, una peluquería en la que llevaba trabajando dos años.
Su madre, Yolanda, dijo en el vídeo de presentación que “Bea es una estrella que ilumina por donde pasa” y en ‘Unplugged’ no podemos estar más de acuerdo. Tenemos claro que va a ser una grandísima concursante y que va a poner patas arriba los Cayos Cochinos. ¡Mucha suerte en esta nueva aventura, Naranjita!