España comenzó la Eurocopa con la pólvora mojada. La Selección salió en tromba y dominó el encuentro de principio a fin, pero no la metió para poder llevarse la victoria y los tres primeros puntos del torneo. Luis Enrique terminó contento con el equipo y su actuación, pero quiso hacer una queja pública y es que según dijo el seleccionador el césped no estaba del todo bien.
Antes del encuentro ya se le vio preocupado y lo estuvo comentado con Luis Rubiales y tras el encuentro comentó sus malas sensaciones. "Es difícil jugar en un campo así, los jugadores se han quejado en el vestuario", decía el técnico tras el encuentro.
Esto hizo que todas las alarmas saltaran y nada más terminar el partido se pusieran manos a la obra para intentar de cara al próximo partido recuperar el mejor estado posible del verde de La Cartuja. Los operarios estuvieron arreglando las calvas e intentando mejorarlo hasta bien entrada la madrugada.
No se entiende cómo un partido de tal categoría de la Eurocopa no haya tenido un buen escenario sobre el qué jugar y sobre todo siendo España una de las sedes jugando en casa. Para el juego rápido que propone la Selección se necesita una moqueta por el que el balón ruede sin problemas y se vio cómo estaba levantado, seco y muy duro a pesar de que lo estuvieron regando antes y durante el descanso.