La crueldad de esta guerra comienza a hacerse notar en los países frontera con Ucrania. Después de 14 días de invasión, miles de ucranianos siguen llegando cada día a la frontera con Polonia. Nuestra compañera Esther Yáñez se ha desplazado hasta un centro comercial que ha sido transformado en un campamento para dar techo a los refugiados.
Lo cierto es que nos encontramos ante el mayor éxodo migratorio desde la Segunda Guerra Mundial. Polonia se ha convertido desde el primer día en el principal punto de recepción de ucranianos que huyen llenos de miedo con la intención de salvar sus vidas.
Después de habilitar un primer centro comercial como campamento de acogida, hoy ya lo han hecho con un segundo. Las llegadas siguen siendo masivas con el paso de los días. Solamente en la última noche llegaron 5.500 personas y se espera que la cifra aumente en adelante.
Para hacer frente, voluntarios trabajan sin descanso adecuando estos lugares, ofreciendo comida caliente y entregando mantas y abrigos para afrontar las bajas temperaturas e incluso organizando a todos los refugiados que llegan al país para evitar, precisamente, colapsos.