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Por su posición geográfica, España es la puerta de entrada de droga hacia Europa. Ha sido así durante décadas, pero la situación se está agravando, con clanes más violentos y nuevas rutas que inundan áreas como el río Guadalquivir con más y más cocaína. Hace poco más de un año, dos guardias civiles murieron arrollados por una narcolancha en Barbate. Y anoche un traficante falleció tras una persecución. Es el segundo caso en este mes.
Los agentes que vigilan la costa de Cádiz y el Guadalquivir se sienten 'acorralados' por unos delincuentes que se exhiben muchas veces con impunidad y que, en algunos casos, disponen de armas de guerra. La muerte de anoche es un episodio más en una guerra larga y sin fin, que muta continuamente. Las redes criminales utilizan todas las debilidades en los puertos y en las playas mientras sus responsables dirigen las operaciones desde lugares seguros, como Dubái. En algunos puntos de Europa la situación está fuera de control. Y muchos expertos y responsables de la lucha contra la droga en España piden más medios para combatir a un enemigo con enorme capacidad económica.
Entramos por primera vez en el Centro Regional de Inteligencia contra el Narcotráfico de la Guardia Civil, en Sevilla. Son analistas y elaboran inteligencia para coordinar operaciones. Están preocupados por el nuevo modus operandi de los narcos del sur. Las narcolanchas del hachís recogen cargamentos de cocaína en mitad del Atlántico. Los fardos llegan en barcos o submarinos, procedentes de Brasil, Colombia o Ecuador. Debido a la superproducción de la cocaína en los países productores, los grandes cárteles como el de los Balcanes o los latinoamericanos, están buscando nuevas rutas. Una de las principales en estos momentos es el río Guadalquivir.
En Países Bajos es conocida la actividad violenta de los grupos de narcotráfico, la llamada 'Mocro Maffia', que tiene también actividad en el sur de España. El origen de la 'Mocro Maffia' se sitúa en muchas ocasiones en los conocidos' coffe shops' que se encuentran en las calles del centro de Ámsterdam. La legislación blanda, el poder obtener drogas en cantidades pequeñas de forma muy fácil hizo germinar estos grupos en los años 80 y 90. Han crecido entre la inmigración magrebí y con el paso de los años ha llegado a controlar el tercio del mercado de la cocaína en Europa.
Para analizar los detalles del desafío del narco en España y en toda Europa, Carlos Franganillo ha entrevistado en Informativos Telecinco a Rosa Ana Morán, fiscal jefa de la Fiscalía Especial Antidroga. Tal y como señala Morán, el primer puerto de entrada de cocaína hasta 2024 ha sido Amberes, el segundo Rótterdam y, según el año, Valencia, Algeciras o Barcelona. Pero lo cierto es que se está reduciendo mucho la incautación en Amberes y en Rótterdam, algo que puede ser "preocupante", según la fiscal.
Lisardo Capote, jefe de vigilancia aduaneras en Algeciras, también ha hablado con Carlos Franganillo en Informativos Telecinco para hablar sobre los riegos que afrontan las autoridades en las operaciones contra los narcos. Para él, España está en una situación compleja: "En cualquier zona fronteriza del mundo ha habido narcotráfico y siempre lo va a haber, pero es que aquí tenemos la cercanidad de África, Gibraltar y una frontera que ni siquiera es una frontera entre dos continentes, sino que es un frontera mundial"
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