Para el invitado de 'El diario de Jorge' hay una prioridad, y esas son sus gatas: "Son mi vida, son mi familia, son mis niñas. He sacrificado mucho por dedicarles mi tiempo". La gente no suele entenderlo, pero lo que más le preocupa es no ser comprendido por su hermana.
Por eso, José trae al plató del programa a su hermana Dora para explicarle una vez más por qué no puede ir casi a verla. Para él es muy importante que le quede claro que no es porque tenga algo en contra de ella, al contrario: "Siempre me ha acompañado en mis mejores y mis peores momentos". ¿Entenderá su hermana la explicación de José?
José no ha tenido muy buena relación con sus padres. "Mi padre no me dio mucho cariño y mi madre a lo suyo", asegura. Sin embargo, sus carencias siempre estuvieron suplidas gracias a su hermana: "Ella siempre estuvo acompañándome. Sacrificó su infancia por estar conmigo y sus amigas no querían ni verla".
Pero el día más duro para el invitado de 'El diario de Jorge' fue, sin duda, el día que su padre le echó de casa al enterarse de que había iniciado una relación con un chico. "Me dijo de esta casa te vas tú o me voy yo, y yo le dije: no te preocupes que me voy yo papá", cuenta. Él tenía claro dónde le iban a recibir con los brazos abiertos, y ese sitio era la casa de Dora. Sin embargo, un hombre estropeó su relación.
Mientras José vivía con su hermana, apareció en su vida un "transformista que se dedicaba al mundo del espectáculo" del que se enamoró profundamente. Tanto fue así que el invitado del programa decidió irse de casa de Dora para irse a vivir a Valencia con él, una decisión que a su hermana y a su sobrina no le sentó nada bien. Todo para nada porque "era más malo que un demonio", asegura. Con el tiempo han vuelto a hablar, pero no se pueden ver porque José vive en Palma de Mallorca y ella en Madrid.
El invitado de 'El diario de Jorge' no va mucho a visitar a su hermana a la capital porque, no sólo no puede económicamente, también tiene que cuidar de sus gatos: "No puedo dejar a mis niños solos". Cuando Jorge Javier Vázquez le dice que estos animales son independientes, José se molesta: "Los gatos son completamente dependientes, muchísimo más que los perros".
Para el invitado viajar con sus gatos es imposible porque "las manzanas" no le dan porque se gasta mucho dinero en proporcionarles una buena calidad de vida ya que "de eso depende que vivan más o menos" Y aunque, con el paso de los años cree que su hermana lo tiene asumido, hoy quiere recordarle que esta es la verdadera razón por la que no va a visitarla.