Las fotos íntimas de Bárbara Rey y Juan Carlos I no han sido las únicas en la historia que han provocado todo un revuelo mediático. 'TardeAR' ha echado la vista atrás y ha recordado que en 1994 unos robados de Lady Di en 'topless' fueron un bombazo que a punto estuvo de estallar.
Esta historia de la princesa de Gales se remonta al año 94 en la provincia de Málaga. Diana de Gales estaba disfrutando de unas vacaciones en España tras separarse del entonces príncipe Carlos de Inglaterra. Lady Di se refugió en el lujoso hotel Byblos del municipio de Mijas.
Desde ese momento, la princesa se convirtió en el objetivo de todos los paparazzis de la zona sin saber que aquel día se produjeron las fotos prohibidas de Diana de Gales. La exmujer del actual rey de Reino Unido decidió quitarse la parte de arriba del bikini para tomar el sol.
En un descuido, los paparazzis captaron a Lady Di en 'topless'. Las millonarias fotografías nunca vieron la luz, ya que una conocida revista decidió silenciar este escándalo por una desorbitada cifra de dinero. El paparazzi Juan Carlos Teuma ha acudido al plató de 'TardeAR' para desvelar todos los entresijos de las fotos prohibidas.
"Fue muy difícil localizarla porque andábamos todo el mundo buscándola por Marbella", ha comentado el paparazzi que hizo las fotos de la princesa de Gales. Sin embargo, Juan Carlos Teuma ha señalado que recibió una llamada de un periodista británico y ha revelado lo que le dijo en aquel momento: "Lady Di va para allá acompañada de dos amigas, sin escolta y buscando jaleo".
Juan Carlos Teuma dio con Diana de Gales en aquel hotel y ha comentado cómo fue su reacción al encontrársela en la piscina: "La sorpresa fue enorme. Nada más entrar me la encuentro en la zona de la piscina. Ella me vería cuando yo he hecho siete u ocho fotos".
Ana Rosa le ha preguntado la suma de dinero que habría cobrado por esas imágenes, pero Juan Carlos Teuma ha explicado que fue mucho menos de lo que se esperaba, ya que en el otro extremo de la piscina también había otros dos paparazzis. Entre la agencia y los paparazzis se llegaron a cobrar mucho dinero: "Hablamos de más de un millón. Esas fotos se destruyeron, pero las únicas que se salvaron de esa quema fueron las que se están enseñando".