Daniel Sancho ha sido condenado a cadena perpetua acusado de matar con premeditación al cirujano Edwin Arrieta. Tras conocerse la sentencia, el hijo de Rodolfo Sancho ha sido trasladado a la prisión de máxima seguridad de Surat Thani y se han filtrado las peticiones que el chef ha hecho.
La condena recoge que el chef "golpeó" a Edwin y que lo hizo "con intención de matar", de hecho, detallan que "el acto del acusado de golpear la cabeza del fallecido contra el borde del fregadero demuestra intención de matar".
Además afirman que "preparó" lo que iba a suceder con la compra previa de elementos como cuchillos, una sierra y bolsas de plástico.
Tras la condena, Daniel Sancho ha sido trasladado de prisión desde Koh Samui en la que ha estado antes del juicio y está actualmente en Surat Thani.
20 días después de ingresar en esta prisión de máxima seguridad, el preso ha hecho una serie de peticiones a través del consulado que Alejandro Rodríguez nos detalla en 'TardeAR'.
El detenido es amante del muay thai, deporte que ha estado practicando y con el que ahora querría seguir. Para ello, habría solicitado unos guantes de boxeo, pero también un protector de dientes, espinilleras y protector para el pecho.
Además, habría pedido libros, en concreto dos: uno para aprender tailandés y otro en inglés.
Llama la atención también que habría pedido unos tapones para los oídos y es que, tal y como contó su madre, Silvia Bronchalo, Daniel comparte ahora celda con otros 14 presos.
En el plató de 'TardeAR', la abogada Beatriz Uriarte reaccionaba y es que formó parte del equipo jurídico de la familia de Edwin Arrieta: "La realidad es que lleva haciendo peticiones desde que se inició el procedimiento".
A la letrada le parecen bien los libros, pero no entiende lo del boxeo: "Los guantes y las protecciones sobran después de y más después de esta muerte violenta, no me parece para nada adecuado".
Tras visitarle, Silvia Bronchalo contó ante la cámaras que Daniel está "en periodo de adaptación" y que ahora está en un lugar donde "hay más presos de todo tipo y son otras reglas": "Está bien dentro de lo que cabe, es muy fuerte".
Ahora, se encuentra en un módulo de aislamiento por el que pasan todos los presos hasta que se les clasifica en función de su condena o de lo que hayan hecho.
En concreto, su hijo comparte ahora celda con otras 14 personas y solo uno de ellos habla inglés.