Una mujer casada que se ocupaba de la limpieza de la iglesia de su pueblo, en Jaén, ha aprovechado esa condición de limpiadora para mantener encuentros sexuales con su amante en nada más y nada menos que en el altar de dicha iglesia. Pues bien, no solo eso sino que además, la mujer se ha grabado un vídeo 'intimando' y por si fuera poco, el amante envió uno de esos vídeos al grupo de WhatsApp de padres del colegio.
El vídeo en cuestión ha corrido como la pólvora y ha indignado a todos los feligreses. Un vecino asegura en 'TardeAR' lo siguiente: "Me imagino que verán el cura allí dando la misa y se imaginarán allí a la pareja haciendo sus cosas...". Esto ha molestado, además de a vecinos, al propio Obispado, quien a raíz de esto realizó varios actos de desagravio. Además, la mujer y su marido trabajaban para la comunidad cristiana.
José Luis Vidal, reportero de 'TardeAR', ha estado en Centenillo, el pueblo de Jaén donde se han cometido estos hechos: "Es algo que ha ocurrido y que avergüenza y bastante a los escasos 300 habitantes que tiene esta localidad cercana a Jaén". Además, desvelaba lo siguiente: "Uno de los vecinos nos ha contado que sabe que los dos matrimonios de ambos sujetos se han roto".
Y es que el nexo de unión que tenía esta pareja era que ella se encargaba de la limpieza del interior de la iglesia y él era el pintor. Según José Luis Vidal, todo parece indicar que el perfil del hombre "no es el más pacífico que tenemos en la localidad. Eso ayuda a entender por qué muchos vecinos prefieren no hablar, por miedo a represalias".
Francisco, vecino de la localidad, aseguraba lo siguiente en 'TardeAR': "Es muy fuerte. En una iglesia...siguen muy bien y muy a gusto. Una pena...". Ante la pregunta de si es verdad que el pueblo no quiere a hablar por miedo a represalias de él, puesto que es un poco agresivo en ocasiones, subraya lo siguiente: "No lo conozco, pero no he dicho nada que no sepa todo el mundo".
Y es que como ha anunciado José Luis Vidal, según el artículo 524 del Código Penal, la profanación de aquellas zonas de culto puede estar castigada con delitos de prisión de entre seis y doce meses o su correspondiente multa: "Es verdad que en estos casos no se suele aplicar...". Además, según parece, no sería la primera vez que han cometido este acto, por lo que en este caso entraríamos en un tema de reincidencia.