Las falsificaciones de arte se ha convertido en el cuarto delito más rentable del mundo detrás de las drogas, las armas y la prostitución. Esta fraude está presente desde hace muchos años, ya que existen expertos que se dedican a falsificar desde hace muchos siglos atrás. En España este delito está penado con hasta 6 años de prisión.
Esther Sánchez, una de las periodistas de investigación del programa, se ha adentrado en el mundo de las falsificaciones para contar todos los detalles sobre este tipo de delito. En el reportaje que ha presentado la periodista lo primero que ha enseñado han sido unos cuadros de Joan Miró, pero en realidad solo eran pinturas que nunca llegó a realizar, son todos falsos.
Las falsificaciones llegan desde los cuadros más clásicos hasta los más modernos. Esther ha entrevistado a Juan José Águila, el responsable histórico de la UCO, y le ha preguntado si el problema en España va demasiado lejos. "Sí, es un problema real. El volumen de negocios debe ser elevado", ha comentado el responsable de la UCO sobre la rentabilidad del negocio.
Después han hablado sobre los especialistas que se preparan para realizar las falsificaciones debido a que se convierte en su 'modus vivendi' para generar dinero. Juan José Águila ha contado algunos métodos que utilizan estos expertos a la hora de falsificar: "Sellos de personas fallecidas que en su día certificaban obras, es un negocio lucrativo, pero los malos van afilando el colmillo".
Las redes sociales se han convertido en el sitio ideal para cazar a los compradores que caen en la trampa y pagan por estas falsificaciones. El responsable histórico de la UCO ha dado las claves de una buena falsificación: "Unos buenos materiales acorde a las fechas en las que datamos la obra".
Después, Esther le ha pregunta por quiénes son las víctimas principales: "Gente con poder adquisitivo elevado desde luego. Tenemos una cifra oculta de aquellas personas que han sido víctimas y que no denuncian. Muchas veces porque es un asunto reputacional", ha asegurado Juan José Águila.
Oswald Aulestia ha falsificado durante muchos años obras de arte alrededor de todo el mundo. Sin embargo, ahora está jubilado y se define como un "pirata". Esther Sánchez ha ido hasta su casa para conocer a fondo cómo ha trabajado durante tantos años en este tipo de negocio fraudulento.
La periodista le ha preguntado cómo se siente al saber que es el mayo falsificado de la historia. "Como si me dijesen que soy el hombre más guapo del mundo", ha contestado Oswald con alegría. El falsificador ha explicado cómo hacía este tipo de falsificaciones que se han llegado a vender por millones de euros: "En muchas ocasiones lo que pinto no es mi estilo", ha asegurado sobre las obras que ha realizado.
Esther le ha dicho si le parecía difícil hacer las firmas de los pintores. Al escuchar esto, Oswald ha respondido que para él era muy fácil: "Era lo más sencillo, un juego de niños". El falsificador ha contado que ha jugado en el límite de la ilegalidad porque nunca ha vendido por él mismo las obras. Sin embargo, en el pasado entró en en una prisión de Estados Unidos, pero se convirtió en un artista. Hoy en día le falsifican a él y a sus obras.