Su nombre real es José Manuel, pero desde hace más de una década prefieren que le llamen ‘Trascendencia total’. La policía llevaba más de un año tras su pista, pero hace poco más de un mes fue detenido en Murcia acusado de drogar a los fieles de su secta con mercurio.
Ahora, ‘TardeAR’ ha logrado hablar con una de las víctimas de la secta del falso gurú de Murcia, quien nos explica detalladamente qué es lo que ocurría el en interior del complejo en el que el detenido hacía lo que quería con ellos.
‘’Vivir allí es un verdadero horror y despropósito’’, así comienza el testimonio de una de las víctimas del líder budista de Murcia, quien durante 10 años vivió en primera persona lo que supuso ‘’un auténtico trauma’’.
La ex integrante de la secta afirma que se llevaban a cabo ceremonias y rituales: ‘’Se hacían ceremonias con sustancias alucinógenas. Él les ofrece entrar en su núcleo duro y tomar sustancias, algo que ellos lo ven como estatus’’.
Además, desvela que en dichas ceremonias estaba presente el uso de mercurio: ‘’Él quería purificar el mercurio como en la tradición hindú. En algunas ceremonias lo ponían en agua y nos daban a beber esa agua, la mayoría de personas no sabían que se hacía eso’’.
‘’El corte de frenillo fue hace mucho tiempo. Confiábamos en él y nos lo hacía una vez a la semana durante varias semanas y después nos ponía una mezcla de sal y especias para tratar la herida y poco más’’, continúa explicando.
Por otro lado, la víctima da a conocer un extraño y aterrador suceso: ‘’Lo de la crucifixión fue extraño, nos llamó y nos pidió que acudiéramos a la puerta del centro. Allí vimos como pusieron a este chico en una cruz de madera, lo despojaron de su ropa y lo pusieron en paños menores. Iba andando, teníamos que acompañarlo en un recorrido e ir insultándolo, hubo quien lo hizo’’.
Según nos explica la víctima de la secta, al líder le encantaba estar rodeado de mujeres: ‘’Cuando ‘Trascendencia total’ se dejaba algo de comida en su bandeja, las mujeres del núcleo duro la ofrecían al resto de la comunidad como comida bendecida y santa. Al núcleo duro no se les permitía tener relaciones íntimas con nadie’’.