Pau Rigo fue asaltado a su casa, llamó a emergencias en varias ocasiones, pero viendo que no acudían en su ayuda, cogió su escopeta y disparó. Uno de los asaltantes murió y él fue condenado por un jurado popular. Sin embargo, el ahora conocido como caso de Porreres se juzgará de nuevo dado que se ha declarado nulo el veredicto del jurado. Pau Rigo ha remitido una carta a 'TardeAR' dando las gracias por el apoyo tanto a los medios como a su entorno y diciendo: "Dios aprieta pero no ahoga', aunque a mí haora parece que me aprieta bastante".
Pau tiene 83 años y tendrá que sentarse en el banquillo por matar a uno de los hombres que irrumpió en su casa para robarle. En la carta que ha remitido a 'TardeAR' da las gracias a los medios, a las redes y a sus amigos o conocidos por el apoyo que le han demostrado en los que para él son momentos "muy difíciles".
"Lástima que este sentimiento de empatía no haya aparecido de forma mayoritaria en los juzgados donde ha habido algunas personas que me han ayudado a las que también quiero agradecer su actitud hacia mí", continúa escribiendo Pau y añade: "Como dice el refrán, Dios aprieta pero no ahoga, aunque ahora a mí parece que me aprieta bastante".
Se define como una persona "de natural optimista" y por ello espera que ahora se haga "justicia".