Un mes después del crimen de Porreres, la jueza de Manacor organizó una reconstrucción en el mismo escenario donde murió de un disparo uno de los ladrones que entró a robar en el domicilio de Pau Rigo.
En esta reconstrucción participaron el anciano que disparó y mató al delincuente, y Freddy Escobar, el hermano de Mauricio, el joven que murió desangrado, quien también participó en el asalto.
En dicha reconstrucción quedaría evidencia de las dos versiones sobre la muerte del delincuente que entró a robar, junto a su hermano, en el domicilio del anciano Pau Rigo. El anciano afirma que disparó en defensa propia, mientras que el otro protagonista de los hechos mantiene que no existió nunca una situación de violencia que justificara el uso de la escopeta.
Además de la jueza y la fiscal, estuvieron presentes la Guardia Civil y los abogados. Pau Rigo, que hacía poco que había salido del hospital, mantuvo la misma versión que después sostuvo en el juicio: “Me defendí porque pensé que me mataban”.
Rigo recordó que “a mi mujer la estaban zarandeando en la habitación y le exigían que les entregara sus joyas”. El anciano se mostró muy afectado por lo ocurrido y tuvo que narrar los hechos sentado, ya que a veces le fallaban las piernas. “Venían a por el dinero y les pareció poco lo que encontraron en la caja fuerte. Pero yo no tenía más dinero”.
“La cosa se puso muy mal. Al ver cómo estaba mi mujer y cómo estaba yo, en un momento de despiste cogí la escopeta”. Los hechos fueron muy rápidos. “Uno de ellos subía de la escalera y el otro bajaba. Pensé que saldrían de la casa con el dinero, pero uno de ellos vino hacia mí. Le dije que se fuera, pero en vez de irse, me embistió”.
Durante la escenificación del crimen Rigo insistió varias veces en que se trató de un acto en defensa propia. “Pensé que estos dos nos matarían, porque creían que había mucho más dinero en casa. Yo no tenía nada más, pero ellos sabían que había vendido mi empresa y que tendría mucho más dinero”.
El anciano de Porreres mantuvo que antes de disparar advirtió a los dos ladrones que se fueran, a la vez que les apuntaba con la escopeta. Sin embargo, según contó, uno de los ladrones se abalanzó contra él armado con una barra de hierro. “Si se hubieran ido no habría disparado y no habría pasado nada. Si hubiese tenido la intención de disparar, habría matado a los dos”, insistió.