La verdad judicial no pudo responder diversas incógnitas sobre el caso de Asunta Basterra, de cuyo asesinato se cumplen 10 años. Su cuerpo apareció en septiembre del año 2013, sus padres adoptivos, Rosario Porto y Alfonso Basterra, habían denunciado su desaparición, pero pronto se convirtieron en los principales sospechosos.
A ella la detuvieron durante el velatorio de la niña y al él poco después. Se les acusa de homicidio ya que la investigación apunta que fue sedada antes de morir asfixiada. Ella contó que un hombre enmascarado intentó matar a su hija y este episodio habría causado episodios de somnolencia.
En 2015 empezó el juicio, él negó haber dado pastilla para dormir a su hija pero el jurado popular los declaró a ambos culpables de asesinato y los sentenció a 18 años. Tras varios intentos de suicidio, Rosario acabó con su vida en prisión.
Diez años después continúan las incógnitas que detallaba Manuel Marlasca: