Los supervivientes han pasado sus peores días en Playa Destierro. Además de encontrarse con la playa más pequeña en la que han vivido hasta ahora, las condiciones del lugar no propiciaban una buena supervivencia. Los concursantes hacían fuego todos los días porque el viento no permitía mantener la hoguera.
Siendo así, normal que los supervivientes se asustasen ante un pequeño 'incendio' que tuvieron que sofocar.
Pero para susto el que se llevó Tom Brusse cuando al hacer un nuevo fuego inhaló más humo de lo que debía y posteriormente le faltó el aire. Totalmente agotado, se vino abajo diciendo que no podía más. Melyssa Pinto no dejó que mente le pudiera, así que le ayudó en tal angustioso momento.