El presentador Pedro García Aguado nunca olvidará esta gala de 'Supervivientes: Tierra de nadie', y es que le ha pasado de todo y ha vivido un vaivén de emociones. Empezaba llorando recordando su vida durante el puente de las emociones y terminaba feliz disfrutando de deliciosas recompensas a cambio de una buena depilación.
Laura Madrueño explicaba a Pedro las partes que se tenía depilar en este juego de recompensas. Salmorejo a cambio de depilarse un brazo, el pecho a cambio de un plato de pasta a la boloñesa y arroz con leche por una pierna. El presentador aceptaba y empezaba la depilación.
En cuanto Laura Madrueño comenzaba con una banda de cera a depilarle el pecho, los chillidos de Pedro García Aguado se podían escuchar desde cualquier punto de los Cayos Cochinos: "Pero avísame, ¡Dios santo!, dime que me quieres o algo".
Como el resto de sus compañeros, Torres también ha tenido la oportunidad de conseguir sus recompensas y Laura Madrueño le ofrecía varias opciones. Seis hamburguesas con ketchup, a cambio de pasearse en taparrabos hasta el jueves y un gran plato de nuggets, por raparse el pelo.
Finalmente, Torres aceptaba colocarse un taparrabos hasta el jueves a cambio de las hamburguesas, pero se negaba a raparse y perdía la oportunidad de poder comerse un gran plato de nuggets.
Mientras aún se podían escuchar los gritos de Pedro García Aguado, sometiéndose a una forzada depilación. Torres se metía en una cabina y se colocaba el taparrabos para poder comenzar a comerse las seis hamburguesas que le estaban esperando.
Con la picardía que le caracteriza, salía con el puesto y realizaba un pase de modelos sonriendo a cámara y saludando a los telespectadores.