En la breve unificación que disfrutaron los supervivientes, no faltaron los abrazos, los desayunos compartidos y las confesiones. En este último aspecto, Miri Pérez-Cabrero le contó a Pedro García Aguado cuál fue el momento más crítico en la relación con su padre, que es actualmente su defensor en el concurso.
La superviviente explicaba que sus padres se divorciaron cuando ella tenía ocho años y revelaba que su padre es homosexual. "Hace 20 años no era lo que es ahora y yo con ocho años no era lo suficientemente mayor para enterarme de lo que pasaba ni lo suficientemente pequeña para no enterarme. Decidieron no contármelo y me acabé enterando por mis amigas", recordaba.
Miri decía, además, haber ido "a un colegio de monjas donde la homosexualidad era tratada como una enfermedad". Ello provocó que la concursante estuviera distanciada de su padre. "No le podía ni ver, sentía asco", confesó. Pero ahora Miri le veo como "un campeón luchador máximo" y detallaba lo mucho que le quería.
Por otra parte, Miri Pérez-Cabrero fue salvada por la audiencia frente a Kiko Jiménez y Laura Matamoros en su última nominación, algo con lo que ella misma quedó impresionada.
Además, la concursante ha cambiado de equipo al ser la más votada por sus compañeros para ser la persona con la que no querían convivir.