Kike Calleja fue el último concursante desterrado de 'Supervivientes' y parece que su estancia en Playa Limbo va mejor que en cualquier otro lado. Está muy a gusto junto a Kiko Jiménez y Laura Matamoros y así se lo ha hecho saber. Además, el que fuera uno de los reporteros más famosos de 'Sálvame' dice no guardar buen recuerdo de sus antiguos compañeros.
Laura Matamoros no escondía su alegría al tener a Kike junto a ella: "¡Qué bien! Mejor que estás aquí... o sea, me ha hecho sentir superbién". "De verdad, me hizo una ilusión tremenda veros", confesaba el nuevo integrante de Playa Limbo. "Yo aquí me quedo con vosotros hasta el final... y encantado", añadía. Además, Kike ha participado junto a sus compañeros en todas las labores diarias de supervivencia como uno más, integrado a la perfección y adaptándose de diez.
A su vez, Kike Calleja no tardaba en desahogarse y opinar sobre algunos de lo que antes eran sus compañeros. "A mí me vale más tener una buena relación y sentirme cómodo en la convivencia a que se apague el fuego o que haya aire. Al final eso no lo vamos a controlar nunca. Y si encima eso lo vives con gente con la que te ayudas pues mejor".
Es en ese momento cuando Kiko Jiménez le preguntaba si se había quedado con ganas de decir algo todavía. "Siempre tengo cosas que decir... además, lo que más me gusta es ver a la gente fuera del entorno. Cuando la gente no está segura. Cuando hacen piña como me hicieron a mí, tú entras en ese grupo y sales nominado".
Y confesaba lo siguiente: "Mi expulsión me pareció injusta. Me juzgan por no conocerme, pero ya nos hemos conocido. Ahora me gustaría ver aquí a algunos, como a Blanca, Gorka o Ángel. A mí nunca me preguntó nadie cómo estaba. Me decían: 'Ojalá te salves'. Una mierda. Si me has nominado, ¿a ti que te importa? Tú lo que quieres es que me vaya".
Sobre quién cree que será el próximo desterrado, asegura que será Pedro: "Por lo visto cambia mucho de opinión. Si salió Miri líder, nominaría a Blanca. Empezó a descubrir cosas también. Blanca es el perrito faldero de Gorka. Ellos son como poco empáticos, espíritu olímpico... todo en la vida no puede ser una competición", concluía.