Tras convertirse en la cuarta expulsada definitiva de 'Supervivientes 2023', Katerina Safarova ha regresado al ático en el que vive en Madrid y ha recuperado su móvil, por lo que ha reaparecido en sus stories de Instagram para contarles a su legión de un millón y medio de seguidores cómo han sido sus primeras horas de vuelta en España. "Me es tan raro tener el teléfono en la cama. Tengo un jet lag enorme, por lo que no he dormido esta noche. Ya son las siete y media de la mañana y voy a hacer algo con lo que soñaba cada noche en la isla", han sido las primeras palabras de la rusa en sus redes sociales.
"Voy a hacer mi ritual, que es tomarme un café en mi terraza por la mañana", ha continuado diciendo Katerina, visiblemente feliz por volver a retomar sus costumbres. "Este café me lo tomo por Arelys Ramos. Le mando muchas fuerzas. Siempre hablábamos de que nos encanta a las dos tomarnos un café con leche por las mañanas. Cuando salga Arelys, nos tomaremos un café juntas, ¡este va por ti!", ha comentado la modelo, que no solo se acordado de la madre de Yulen Pereira en su vuelta a casa, sino también de su 'amigo especial', Manuel Cortés.
Así, le ha pedido a sus fans que salven al hijo de Raquel Bollo de la nominación de esta semana: "Me encantaría darle nuestro apoyo. Vamos a apoyarle a gas. Por favor, ¡salvad a Manuel!". Tras esta petición, Katerina ha mostrado que ha seguido disfrutando de su vuelta a la normalidad y, después de desayunar con sus padres, se ha ido a comer con ellos a una conocida terraza de la capital. Además, ha compartido un vídeo en el que su madre, Natalia, le toca la cara con ternura y se alegra al ver que sus rasgos no han cambiado pese a la exposición al sol y a las penurias que ha pasado en Honduras.