Imágenes inéditas | Arelys confiesa a Yulen Pereira lo que hará tras su ruptura: "Voy a llamar a Anabel"

El pasado domingo en ‘Conexión Honduras’ pudimos ver el reencuentro de Yulen Pereira con su madre, Arelys. Pero, antes de que madre e hijo se vieran, el exsuperviviente también pasó un rato con Asraf, con quien protagonizó un reencuentro de lo más efusivo.

‘Tierra de Nadie’ nos ha dejado nuevas imágenes inéditas de todo aquello que no vimos el domingo en directo. Y ha sido precisamente Asraf uno de los temas de conversación que trataron madre e hijo. Pero, además, continuaron hablando del que fue el tema de la noche: la ruptura del esgrimista con Anabel Pantoja.

Arelys preguntaba una vez más si todo estaba bien y él respondía: "Todo está bien. Lo más malo que te he contado es lo de Anabel. Que lo hemos dejado. Lo demás está todo bien". La superviviente se lamentaba: "Qué pena". Yulen continuaba con su discurso: "Ya te contaré algunas cosas. No ha habido ningún motivo de peso gigante. Es lo que ha ocurrido y ya está".

Fue entonces cuando ella le desveló la actitud que iba a tomar al respecto cuando volviera a España: "Cuando llegue ya la llamaré y hablaré con ella tranquilamente".

Yulen pide a su madre que se posicione con Asraf: "Es mi hermano"

Entre tanto, el ex de Anabel Pantoja aconsejaba a su madre: “Piensa bien lo que vas a hacer. No te quedes, a veces, como… ‘No me mojo’. Defiende lo que tengas que defender. Lo que está bien, lo dices. Y lo que está mal, también. Sin miedo a lo que piense la gente”, comenzaba.

“Tú sabes que hay cosas que están sucediendo que no son justas. Y a mí me duele porque tú sabes que para mí Anuar es mi hermano, y Asraf es mi hermano”, continuaba. “Me mojaré más”, le respondía Arelys tras escucharle con atención.

Así le contó Yulen la noticia a Arelys

“Anabel y yo ya no estamos juntos”, le dijo. Arelys le preguntó los motivos y el momento en el que había ocurrido todo: “Fue hace un mes. Pero estoy bien. Yo estoy bien, ella está bien, estamos todos bien”, le respondía, pero las caras de la superviviente hablaban por sí solas.