Laura Madrueño está a punto de embarcarse en la aventura y no es una frase hecha. La que era habitual presentadora de El Tiempo de Mediaset ha asumido el reto de coger el relevo de Lara Álvarez, que ha decidido apartarse de 'Supervivientes' tras ocho años como presentadora. Un reto que, asegura, afronta con muchas ganas, pensando incluso en los momentos más difíciles con los que tendrá que lidiar: "Tengo ganas de empezar y compartir con Jorge los momentos intensos que seguro vamos a vivir". Aunque todavía no conoce a todos los concursantes -por el momento, están confirmadas Gema Aldón y Patricia Donoso-, Laura piensa que lo crucial es la fuerza mental: "Veremos quién es el más fuerte".
Su entorno también tiene muchas esperanzas puestas en Laura: "La gente en general me ve en este formato". Tanto que la madrileña confiesa sentirse incluso un poco presionada por las altas expectativas que recaen sobre ella y espera estar a la altura. Aunque Laura cuenta con profesionalidad e ilusión, ingredientes esenciales, la experiencia es un grado. Por eso, no ha dudado en pedirle consejo a Lara Álvarez: "Ha sido súper generosa y cariñosa y me ha dicho que, sobre todo, disfrute de la experiencia". Además, la nueva presentadora de 'Supervivientes' piensa dirigirse a la cámara como si fuera la primera vez.
Laura cuenta con la suerte de estar muy familiarizada con el agua: "Es mi motor de vida". Es amante del mar e incluso tiene un libro que trata sobre la naturaleza y los océanos titulado "Somos agua". De hecho, nos ha confesado que, a pesar de no llevar ningún amuleto porque no es supersticiosa, lo primero que echó en la maleta fueron sus aletas y su equipo de buceo. "Es un verdadero regalo estar en una reserva marina presentando", ha dicho con una sonrisa.
Eso sí, dejar la vida en pausa durante cuatro meses no es nada fácil y, se sincera, "aún no sé como voy a gestionarlo". Tiene claro que va a echar mucho de menos a su marido, un pilar fundamental, y a sus padres. Pero está tranquila porque, dice, todos están felices con este salto profesional y la han apoyado desde el primer momento. "No puedo pedir más", ha concluido Laura con una mezcla de sentimientos, pero, sobre todo, con la ilusión de los nuevos comienzos.