Yago, el sobrino de Nacho Palau ha viajado hasta Honduras para darle la fuerza que le está faltando en sus últimos días en Honduras. El superviviente no está pasando por su mejor momento en 'Supervivientes' y se ha roto por completo en este reencuentro.
Lara Álvarez le ha hecho creer que iba a tener una recompensa, el concursante ha tenido que decidir con qué caja de las tres que estaban en la mesa quería elegir y tras mucho pensárselo ha elegido la que escondía a su sobrino Yago, con el que se ha quedado en 'shock' al verle.
Ambos se han fundido en un bonito abrazo, mientras Yago le ha trasmitido palabras de aliento y él le ha preguntado por cómo están las cosas fuera. Tras esto, ha explicado lo que significa para él ver ahí a su familiar en estos duros momentos para él: "Es un chute de energía porque es un concurso difícil, me ha cambiado mucho la situación, se rompió mi grupo, estaba muy cómodo, luego pasé a otro, si es difícil. Es muy duro, psicológico, hay días que aguantas, pero...".
"Pienso mucho en mis nanos, hay mucho machaque, no me gustó nada la bronca con Kiko, ahí es donde me empecé a dar cuenta de que es un concurso. No he sabido llevarlo muy bien, no he sido muy yo, me pesa porque ni soy falso, ni chungo, ni soy nada de nada", explica el ex de Miguel Bosé.
Y tras pasar un rato juntos, Carlos Sobera les ha trasmitido que era el momento de la despedida, aunque han pedido pasar unos minutos más el uno con el otro, aquí ha explicado lo que más le ha reconfortado de esta visita, donde ha vuelto a emocionarse: "Que mis hijos están muy orgullosos de mi, que mi madre está bien. Me gusta que me diga que se me está viendo bien y no me gusta que se me vea gruñón y ansioso. Verlo aquí es una pasada, me ha dado mucho chute". Todo en medio de muestras de cariño entre ambos.