Los supervivientes se encuentran a escasos días de alcanzar los dos meses en Honduras. El hambre ya roza niveles desorbitados y parece ser que cualquier cosa les puede servir como alimento. Al menos a Nacho Palau.
“¡No puede ser!”, decía el concursante al descubrir una tarántula caminando a sus anchas por la arena. El ex de Miguel Bosé se acercaba a ella y la miraba con atención: “¡Madre de Dios, qué veo!”. Pronto avisaba a sus compañeros, pero parece que no despertaba el interés de nadie más.
Después de cogerla con un palo, se acercaba con ella al resto de supervivientes. Cuando Anabel Pantoja le ha preguntado el porqué, Palau ha sorprendido a todos: “Para cocinarla, me la voy a comer”. La colaboradora no ha dudado en aconsejarle: “Yo creo que no deberías hacerlo, eh, por tu salud”.
Pero, tal y como había planeado y a pesar de la opinión de sus compañeros, Nacho empezaba a disfrutar de su cena empezando por las patas: “No está mal, tío”, decía satisfecho.
"Si hay tarántulas me las puedo comer" le decía a Ana Luque al día siguiente. La andaluza alucinaba y le preguntaba por su sabor: "Las patas son saladitas". No obstante, hubo una parte que no se atrevió a probar: "Las patitas son carnosas. Ayer le quité el abdomen y tenía carne, eso me lo hubiera comido. Luego me supo mal por desaprovecharla".
Después lo ha comentado de nuevo con el equipo del programa: "Sabe salada. Le separé el abdomen, vi que había carne pero no me atreví mucho a comérmelo porque no sabía dónde podía tener veneno".