Después de que la audiencia decidiera que fuera Desy la expulsada definitiva, Marta continuaba su andadura como ‘parásito’. Pero no lo iba a hacer sola. Tania ganaba la prueba con pasaporte al ‘Paraíso’ y decidía compartirlo con Alejandro. El público permitía con sus votos que la pareja pudiera disfrutar de la experiencia.
Bien es sabido que Marta y Tania no son amigas ni pretenden serlo. No sucede lo mismo con Alejandro, quien sí que mantiene una relación cercana con la ‘parásito’, que ya les avisó de entrada lo que les iba a esperar. Su estancia no ha sido tan maravillosa como esperaban. Marta no les quitaba ojo de encima y no paraba de molestar.
A caceroladas. Así es como les ha despertado a la vez que gritaba: “Tiempo despejado, parásito con hambre, ¡a pescar!”. Alejandro se lo tomaba a risa, pero Marta escribía convencida en su cuaderno: “Les estoy haciendo creer que soy su amiga, pero a la que se descuiden, les pienso robar”.
Leña, café, macarrones, pescado… Todo lo que se le pasaba por la cabeza le venía bien. Sus horas con la pareja han sido un no parar de trueques: “Qué buena negociante”, decía el andaluz.
Alejandro y Tania salían a pescar. A pesar de que dejaban todo escondido, Marta se ponía manos a la obra. Buscando sin parar, conseguían dar con una cebolla, un tomate y un pimiento. Su siguiente objetivo era la pasta, y, aunque se habían esforzado en dejarla lo más a salvo posible, también termina sus manos: "En mi otra vida robaba bancos, estúpidos". Y, por si cabía algún tipo de duda, Marta les hacía hasta unas notitas personalizadas: "Gracias por el pimiento, cebolla..." y "No hay pasta".