Maite Galdeano se ha abierto en canal en 'la curva de la vida' de 'Sola' y ha contado a sus seguidores el infierno que vivió con su exmarido:
"De los 16 a los 33 todo negro. Dejé a mis amigas de toda la vida y me encerré con ese monstruo. Por no darle la razón a mi padre yo seguía y seguía por hacerme la guay y no darles un disgusto. Estaba anulada por completo, tenía que hacer lo que él dijese", ha dicho la de Pamplona.
"Este señor desayunaba y se iba todo el día por ahí. He estado un montón de días en la ventana esperando a que volviese. Bebía agua con misterio y pim, pam, imaginaos… iba al hospital y decía que me había caído. Una vez no aguante y me puse a llorar delante de la persona que me estaba atendiendo. Estaba yo en una burbuja de la que no podía salir. Cada día peor. Yo ganaba un montón de pasta pero no me daba ni un duro", cuenta.
"Me daba una tarjeta y me decía que comprara comida y ropa para mis hijos, porque decía ‘tus hijos’. Un día le dije que quería llevar las cuentas y me pegó. Caí al suelo, me sacó de los pelos de la cama esa noche. Me insultó, me dijo de todo. Horrible. Era así todos los días. Vino Sofía y me regaló sus vacaciones solo para que estuviera todo el día en casa. Él no quería estar con ella, me decía que qué pintaba con una niña en el parque. Cambié el turno y cuando estaba sola estaba feliz, sola con mi niña", recuerda la navarra.
Sin embargo, el peor momento llegó para la exconcursante de 'Gran Hermano 16' cuando tenía 33 años. "El 7 de julio ese señor se fue todo el día. Luego con mi familia en la mesa empezó a pellizcarme y a decirme de todo. Como estaban ellos y nadie sabía nada disimulé porque no quería montar un pollo. Empezó a meterse con mi padre y con mi familia y ya se fueron. Me encerré en el baño pero vino detrás. Yo ya me dije: la voy a palmar. Una más de las que salen en la tele. Eran San Fermines, gritaba pero no me oía nadie. Me arrastró desde el baño a la habitación. Me hizo de todo, mordiscos en la cara, patadas…", explica.
"En ese momento se me apareció Dios. Ya estaba acabada, solo me tenía que rematar. Pero me salió una fuerza no sé de dónde. Le empujé, se cayó, eché a correr y me monté en el ascensor. Fui a casa de una vecina y ya vino la policía secreta. Oía la voz de Sofía diciéndome: ‘mami, mami’ y me aterraba. Me mandaron a un piso de mujeres maltratadas". añade.
El padre de Cristian y Sofía supo como engañar a Maite para que volviera junto a él. "Después de eso se hacía el bueno, me llamaba, me mandaba cartas. Cristian me quitaba el teléfono de la mano para que no hablase con él. Yo lo odiaba pero a la vez como que necesitaba saber que pasaba. Me llamó llorando, me dijo que no se quería ni él mismo, que iba a cambiar. Me convenció. Me fui a la policía a quitar la denuncia. Le permití entrar y a la semana ya estábamos igual. Alquilé una habitación", detalla la exconcursante de 'La casa fuerte'.
A pesar de que 'La elegida de Dios' había tomado una firme decisión, volvió a caer en las redes de su exmarido. "Otra vez apareció en la parada del autobús de Sofía y me volvió a decir que iba a cambiar. Otra vez me convenció. Alucino con lo idiota que fui. Una semana y volvimos a estar igual. Me fui a otro piso y me empezó a ir muy bien. Conocí a un africano y me líe con él. Cuando el monstruo se enteró de que estaba con él venía debajo de la ventana a gritarme de todo. Un día bajé, me dio un cabezazo en la cabeza y empecé a sangrar de la nariz. Me mandaron al hospital y ahí ya sí que supe que nunca más", cuenta Galdeano.
A partir de ese momento, Maite comenzó a volverse una persona mucho más fuerte y se convirtió en la mujer alegre y divertida que todos conocemos.