Raquel Bollo ha estado en el centro de la polémica por su alto tren de vida. En su Instagram luce prendas de lujo como unas botas de Dior de más de 1.000 euros, sin embargo, hay quien pone en duda que sean auténticas…
Así que ‘Sálvame’ ha enviado a Paz Padilla al único sitio donde nos podían aclarar si estábamos ante unas originales o una falsificación: a una tienda de Dior en Madrid. Muy a lo Pretty Woman, ha salido de plató y se ha ido en coche en directo dejando a Chelo Gª Cortés a los mandos.
Sin embargo, no se lo han puesto nada fácil. Nada más poner un pie en la Milla de Oro, el encargado de seguridad de la tienda le ha pedido que la cámara se quedara fuera. Ella obedecía, entraba y solo con el olor ya estaba encantada.
La presentadora se dirigía al mostrador, donde la atendía Vitaly, un amable dependiente que le ha explicado que la forma de diferenciar las botas es la estrella de la suela, símbolo que tienen las botas que Raquel Bollo muestra en la foto.
La presentadora no sabía a dónde mirar, le gustaba todo, no paraba de ir a la puerta para transmitir lo que le decían, veía, hacía… y, en uno de estos viajes, se encontraba por sorpresa con quien menos podía esperar ¡Marichalar!
Salía de la tienda, Paz Padilla le reconocía, iba a su encuentro y él, tras saludar, evitaba responder a las preguntas de la presentadora, que quería saber si compra mucho en esa tienda. Sin embargo, Chelo Gª Cortés nos ha contado que trabaja para esta empresa.
Finalmente, la encargada de la tienda pedía educadamente a Paz Padilla que acudiera a las personas indicadas para resolver las dudas que tenía y ese lugar no era la tienda.