Tras ver a María Patiño derrumba tras su conflicto, Mila Ximénez daba un paso atrás. Todo empezó por un mensaje en el que María (desde casa) acusaba a Mila (que estaba en directo) de llamarla cobarde para así defender a su amiga, Terelu Campos.
Este mensaje y un par de audios más acabaron con la paciencia de la colaboradora, que creía ver un reproche por parte de María hacia la actitud que ella había tomado para defender a las Campos en general y a Terelu, como amiga, en particular.
24 horas después, Mila ha regresado diciendo que a veces María es “obsesiva” y “excesiva” en el trabajo, también reconoce que está un poco “decepcionada” con ella, pero matiza que ya le sucede desde hace algún tiempo…
Tras escucharla desde otra sala VIP, María ha confesado que actuó mal, reconoce que desestabiliza con los mensajes que manda a sus compañeros cuando está en casa, pero lo que para algunos es obsesión por el trabajo, para ella es ser responsable: “Me da pánico no tener trabajo”.
Reconoce que quizá es la culpable de haber llegado a este punto con Mila y, desolada, se derrumbaba. “No sé qué más hacer”, decía ante las preguntas sobre si hay un trasfondo, algo que ella niega, aunque sí admite que tiene que aprender a hacer las cosas “mejor”.
Viéndola destrozada, Mila Ximénez se derrumbaba también: “Me rompe verla así, soy incapaz, la quiero muchísimo”. Solo le pide a su compañera que no le cree “ansiedad” con este tipo de actitudes y reconoce que están un tanto “alejadas” en al actualidad: “La entiendo, sé que ella en estos momentos no quiere afrontar un tema que creo que le duele”.
Y es que, al final, todo suma. En el conflicto de Jorge Javier Vázquez con Teresa Campos y sus hijas, Mila Ximénez se posicionó del lado del presentador, pero a veces se siente mal al opinar por no ponerse del lado de Terelu, quien le está apoyando mucho en lo que se refiere a su enfermedad: “Me siento muy mal cuando doy un paso al frente”.
Además, la situación que vive le hace estar más sensible: “El tiempo que pierdo en peleas es un tiempo que pierdo para mí, para estar bien, y no me lo puede permitir”. A pesar de todo se encuentra bien, no quiere alarmar a nadie, pero reconoce que tiene “menos talante” para aguantar ciertas cosas: “Tengo menos fuerza y cuando saco la fuerza, me agoto más”.
Por otro lado, nota a María alejada, la echa de menos, pero entiende su situación, tanto laboral como familiar, y no quiere reprocharle nada: “No puedo venir disparándola porque no puedo disparar a la gente que quiero”.
Yo todo esto le hace plantearse su situación actual: “Lo tengo que llevar bien, quizás me tengo que plantear que no lo llevo tan bien y que no puedo venir a trabajar”.