Kiko Matamoros lleva ingresado más de una semana tras ser intervenido para extirparle la vesícula. Tras la operación fue dado de alta pero tuvo que regresar al centro aquejado de un fuerte dolor abdominal.
Primero creyeron que se trataba de una pancreatitis derivada de la intervención pero finalmente detectaron que era una infección en los conductos de hígado también a consecuencia de la operación. Y es que le intervinieron por laparoscopia, un método por el que tienen que hinchar el abdomen con aire. En el caso de Kiko les costó mucho y esto afectó a la zona que, más tarde, se vio afectada por la infección.
Finalmente, le pusieron un cóctel de cinco antibióticos que parecía hacer efecto, pero la infección ha vuelto con el paso de los días y los médicos han decidido trasladarle a otro hospital en Pozuelo. Allí, según nos ha explicado su novia Marta López, le han llevado a quirófano, aunque no para practicarle una nueva intervención, le van a limpiar la zona afectada por la infección a través de un drenaje.
La intervención, un éxito
Unos minutos más tarde, Sergi Ferré intervenía en directo a las puertas del hospital donde ha sido intervenido Kiko Matamoros para contarnos que todo ha ido bien. Han podido limpiar la infección y, con el drenaje, esperan que el problema esté subsanado. De hecho, trasladarán de nuevo a Kiko a la clínica donde ha estado ingresado hasta ahora.
El doctor Sánchez Martos nos ha explicado que, a lo largo de estos días, lo que han hecho los médicos es cumplir con el protocolo para intentar atajar la infección, hasta que han llegado al drenaje. Otra opción es repetir la cirugía, pero de momento no ha sido necesario.
Además, ha querido explicar que esta situación es normal pero excepcional, no suele ocurrir, con lo que ha querido mandar un mensaje de tranquilidad.