En el día en que se hace pública una entrevista en la revista ‘Lecturas’ donde Kiko Matamoros dice que sus compañeros de ‘Sálvame’ le odian y le envidian, nos enteramos de que el estado de salud del colaborador no mejora.
Todo comenzó con una intervención para extirparle la vesícula. Todo salió bien, fue dado de alta pero regresó apenas 24 horas después por un fuerte dolor abdominal. Primero se habló de una pancreatitis aguda pero luego dieron con la causa: una infección en los conductos del hígado a consecuencia de la cirugía.
Tras pruebas y tratamientos, fue trasladado para realizarle un drenaje de la infección, parecía funcionar pero, pasados los días, no termina de mejorar. Según nos ha contado Sergi Ferré a las puertas de la clínica, Kiko está “desanimado” porque vuelve a tener fiebre.
Le están administrando calmantes y antibióticos, ha perdido más de diez kilos y se siente “débil” ante los casi ya 20 días de ingreso: “De momento la fiebre no ha remitido y como le ha afectado a varios órganos, están un poco preocupados”.