Anita Matamoros cumple 21 años lejos de su padre, con el que no habla desde hace meses. Su distanciamiento comenzó a raíz de la separación del colaborador de ‘Sálvame’ con Makoke y tiene claro que no es su papel dar el primer paso: “Mi vida, que me queda poca, no me la va a hipotecar nadie”.
“No me siento obligado a tener que hacer ciertas cosas sintiendo que no hay voluntad por la otra parte de no hacerlas”, apuntaba el colaborador, que no ha felicitado a su hija como él no ha recibido la llamada de Ana en otras ocasiones.
“No voy a consentir humillaciones para nadie ni abusos ni atropellos de ningún tipo”, añadía Kiko, que cree que si se ve que la pareja de su madre o de su padre no se comporta bien, al menos debería mostrar su solidaridad.
Lo que exige es respeto, tanto por él como por su pareja peor explicaba: “Hay mucho más que todo esto. A lo mejor las he pasado pu*** en un quirófano y nadie me ha preguntado cómo estoy”.
Ante los consejos de sus compañeros, que recomendaban un acercamiento, Kiko acababa por alterarse: “No me van a joder más la vida porque estoy titulado en eso”. Y es que hay cosas que no olvida, como que su hija se fue de vacaciones en el barco de Javier Tudela, padre de su hermano y hombre al que acusa: “Es un señor que le aplastó la tripa a su madre estando embarazada”.
“No quiero nada malo para mi hija, ojalá sea súper feliz, que le vaya todo bien, redondo”, insistía Matamoros, que repetía que hay cosas que “desconocemos”. Entonces tomaba la palabra Paz Padilla, para recordad que su hija solo tiene 21 años y seguramente no estará bien.
Kiko Matamoros se marchaba de plató y, a su vuelta unos minutos después visiblemente emocionado, Paz Padilla le decía: “Me siento mal, lo siento”. “No te sientas mal, yo lo siento porque no debo hablar de esto”, respondía Matamoros, que recibía el abrazo y el cariño de todos sus compañeros, que habían presenciado lo ocurrido visiblemente emocionados.