847 días después de su marcha del plató de ‘Sálvame’, Carmen Borrego ha vuelto con su carro de la compra ya que será la próxima cocinera de ‘La última cena’. Nada más llegar, se ha encontrado con Kiko Hernández, se han enfrentado y en directo ambos han descubierto que van a cocinar juntos. Sus caras lo decían todo...
Carmen Borrego ha llegado al plató de ‘Sálvame’ y hemos visto su entrada desde el mismo parking de Mediaset, donde esperaba que se abriera la barrera para entrar a plató con su carro de la compra. Dijo que no y que no, que no volvería a ‘Sálvame’ ni pisaría el plató.
Pero Carmen vuelve tras reproches, dardos y acusaciones cruzadas aunque, eso sí, lo hace no en calidad de colaboradora de ‘Sálvame’ sino como cocinera de ‘La última cena’. “Estoy muy nerviosa”, decía Carmen y llegaba pidiendo permiso para entrar a plató, David Valldeperas se lo concedía y ella le preguntaba: “¿Te arrepientes?”; “No”, decía David; “yo tampoco”, respondía Carmen.
“Parece que vas al cadalso”, decía Kiko Matamoros nada más verla y ella negaba. Además, aprovechaba para desmentir que haya vetado a nadie en su cena, eso sí, se ha negado a trabajar con Gabriela Arroccet, hija del exnovio de su madre.
“¿Por qué no cruzáis la mirada Kiko Hernández y tú?”, quería saber Gustavo González, Carmen respondía que ella le había saludado y él era claro: “Yo no”. Sin embargo, no tardaban en enfrentarse: “Vengo vacunada y con la pauta completa de Kiko Hernández”, decía Carmen y él le recordaba todas las portadas que se ha hecho hablando de él: “Si quieres te doy un besito”.
Carmen reprochaba entonces a Kiko lo duro que ha sido con Terelu y se quejaba de que no deje de nombrarla: “Es verdad pero la obsesión es tuya conmigo ¿Por qué tienes que verme? ¡Si ya importáis un pimiento!”
Aún nos quedaba por descubrir con quién iba a cocinar Carmen Borrego, ella misma se ha enterado en directo con un juego: ha repartido un bote de mayonesa a cada colaborador y solo el que tuviera la mayonesa con su punto de sal sería el elegido.
Gustavo se quitaba la mayonesa de la lengua con un pañuelo, Patiño escupía junto al director, Matamoros nos decía que era “sal pura”… y la única deliciosa era la de Kiko Hernández. Las caras de ambos lo decían todo…