En el último episodio de su serie documental, Rocío Carrasco asegura que Gustavo González fue "cómplice" en cierta forma de Antonio David Flores, ya que le alertó el día que iba a declarar tras la acusación de maltrato de su hija. Desde el plató de 'Sálvame', el colaborador responde: "Me han mentido".
El día que Rocío Carrasco acudió al cuartel de la guardia civil para declarar tras la denuncia de maltrato de su hija, Rocío Flores, había paparazzis. En concreto, era un fotógrafo a las órdenes de Gustavo González y el propio colaborador de 'Sálvame' nos ha confesado que quien le avisó fue Antonio David Flores.
Para Rocío, la intencionalidad estaba clara: creían que iban a verla esposada, sin embargo, se dieron cuenta de su presencia y les identificaron. "Lo primero que tiene que hacer es ser honesto y decir quién se lo dice y que esperaba fotografiar ese día", decía Rocío: "Él estaba esperando verme saliendo de un furgón de la guardia civil esposada, pero no sucedió".
Es más, narra que fue el propio Gustavo el que le hizo las fotos el día que acudió al juzgado: "Él estaba por quien estaba y él fue cómplice de alguna manera de toda esa situación. Fue cómplice y estoy segura que sin saber la verdad, fue una marioneta más en todo esta tragedia".
No fue el único, Kiko Matamoros también la acusó de no haber llevado a su hijo a citas médicas con el neurólogo y, para Rocío, son "dos personajes" que tienen mucho "en común" con el padre de sus hijos: "Son brazos ejecutores, hablan por su boca".
Desde el plató de 'Sálvame', Gustavo González replicaba y recordaba que ya lo admitió: "Lo que yo tenía estaba tergiversado, fui honesto, me han manipulado y me han mentido, pedí sinceras disculpas y lo vuelvo a decir".
A parecer, el primer día, Gustavo envió a un fotógrafo sin saber con qué se iba a encontrar, pero luego le dijo que lo que había pasado fue "una discusión en el ámbito familiar" pero al revés de como realmente fue: "Me dijo que quien fue agredida era su hija".
Le dijo tener documentación que lo corroboraba, pero pero nunca se la envió, con lo que se siente "engañado". De hecho, esto ya le constó alguna discusión con su entonces compañero, que dudó de él cuando la sombra de la traición planeaba sobre Gustavo.
Rocío Carrasco apuntaba también que María Patiño tiene "la boca seca" de decir que se negó a un proceso de mediación con su hija, Rocío Flores, pero ha demostrado que fue al revés. La periodista asume su error, pero aclara algo a Rocío: "Rocío Carrasco está obsesionada con que me dio la información él y jamás he contrastado con él nada".