Belén Esteban está “muy feliz” y es que ha conseguido algo que tenía pendiente. “Sé que los que me queréis os vais aponer muy contentos ¡He vendido la casa!”, anunciaba la colaboradora de ‘Sálvame’ en alusión a la casa que fue de Toño Sanchís, su exrepresentante, y que ella adquirió tras un largo proceso judicial en el que le reclamaba una alta cantidad de dinero.
Cuando Belén entró en la casa, tuvo que reformarla dado que el representante no la había dejado en buenas condiciones pero tras la remodelación, la puso en venta y ya hay compradores: “La dejé muy bonita, he firmado un contrato de arras y era mi ilusión contarlo y que el mundo se entere de que estoy muy feliz”.
Eso sí, la colaboradora ha dejado claro que aún está por resolver el proceso judicial por lo penal y su exrepresentante aún le debe dinero: 357.000 euros.
“Tengo que darle las gracias a mi familia, pero sobre todo a mi marido”, decía la colaboradora cantando “estoy súper feliz”. “¡Vámonos de fiesta!”, gritaba Carlota Corredera y así será, dentro de lo permitido: Belén ha invitado a sus compañeros a tomar algo tras el trabajo.