Tras un largo conflicto judicial contra Toño Sanchís, Belén Esteban ganó y, como consecuencia, se convirtió en la nueva propietaria de su casa. El representante agotó todos los plazos para dejarla y la colaboradora se quejó nada más entrar de la suciedad que encontró (hasta una cabeza de atún que ya empezaba a oler en el congelador porque la luz estaba cortada…)
Pero había algo más. A simple vista no se veía, pero pronto Belén se dio cuenta de lo que pasaba en el circuito eléctrico: “Es el corta-cables, cortó todos los cables pero ya está arreglado, me lo ha arreglado el marido de la Tina, me lo ha dejado a muy buen precio”.