El diario ABC publica que, mientras Belén Esteban dice haber vendido al casa que se adjudicó en subasta y que antes era de su exrpresentante, Toño Sanchís, en realidad aún sigue a su nombre. Además, la acusa de no haber pagado ninguna letra de la hipoteca y la colaboradora de ‘Sálvame’ responde alto y claro desde el plató del programa.
“Tengo la casa de Toño vendida”, ha insistido Belén y, negado que la reforma le haya costado 50.000 euros, apuntaba que tiene un contrato de arras en el que se establecen una serie de plazos: “Cambiaré la casa de nombre cuando me hagan el último pago”.
Además, aclara que quien vive en la casa no es una inquilina y se dirigía a su vecina de enfrente: “Cristina ¿Por qué le das el teléfono a Toño? Toño luego se lo pasó a Saúl y Saúl llamó a la inquilina amenazándola”.
En cuanto a las supuestas deudas, la colaboradora afirma que ha pagado el IBI y la comunidad, pero tiene claro qué no va a pagar: “Lo que esta señora se ha negado a pagar es el año que este señor ha estado con su familia viviendo a cuerpo de rey. No lo he pagado y no lo voy a pagar, eso es lo que hay, no hay más”.
Y, dirigiéndose a quien firma la información, Saúl Ortiz, la colaboradora le recomienda contar “por qué le echaron de este programa” y no cosas de su vida: “No sé cómo en ese periódico tan serio podéis tener a esta gente que siempre inventa”.
La colaboradora también nos contaba que Toño ha cambiado de abogado por tercera vez y le ha aconsejado al letrado: “Parece ser que le lleva el abogado de Rocío Carrasco, te voy a dar un consejo, cobre usted antes de hacer nada, cóbrele porque si no, no va a ver un duro”.
Y, por último, Belén ha pedido su cámara para dirigirse a su exrepresentante: "¡PA-GA-ME! Todavía me debe casi 400.000 euros".