En el último programa de Sálvame, Carlota Corredera le comunicó en riguroso directo a Antonio Canales que la dirección, a partir del día 31 de agosto, no iba a renovar su contrato como colaborador. El bailaor comenzó su andadura como tertuliano por todo lo alto - con un zapateo y con una entrevista en la que se repasaron los grandes momentos de su vida - pero, esta vez, él sintió que tenía que marcharse por la puerta de atrás.
Al principio, parecía que Canales se tomaba bien su despido (o su no renovación) pero, a medida que iba pasando la tarde, se fue enfadando más y, finalmente, en un cara a cara con Carlota, el bailaor acabó echando chispas por la boca, haciéndole reproches al programa y quejándose de la "mala audiencia" que estaba haciendo el espacio de las tardes de Telecinco en los últimos meses de verano.
Finalmente, Canales decidió abandonar el plató y, hoy, sus compañeros han opinado sobre lo que pasó. Para algunos, como Kiko Hernández, Antonio Canales "no ha estado a la altura" de ser un colaborador de Sálvame hasta el día de ayer, que supo poner las cartas sobre la mesa. Para otros como Alonso Caparrós, que también es un nuevo colaborador, les pareció una "ofensa" lo mal que se lo tomó".