‘Sálvame’ arrancaba la tarde con la noticia de que la pareja de un colaborador del programa había tomado una decisión: abrir su relación. Tras unos minutos, el programa apuntaba que se trata de Nua, pareja de Miguel Frigenti, pero el colaborador del programa lo negaba. Su pareja no es abierta y sí de lo más “sólida”, aunque reconocía la veracidad de un testimonio que apuntaba a un coqueteo de Nua con otro chico en otra discoteca… en la que también estaba Miguel.
Miguel lo negaba todo e intentaba proteger a Nua de la polémica: "Mi novio no trabaja aquí, cuando le menciono lo hago porque me sale de manera espontáne, pero no voy a meter a mi novio en esto". El colaborador no estaba dispuesto a hacer "ningún show" de la situación y dejaba claro: "Tengo una pareja súper sólida, aunque a algunos les moleste, y no hay ninguna pareja abierta".
“Miguel estaba con su novio Nua, pero desapareció y estaba con otro chico en otra parte de la discoteca”, narraba un testigo que coincidió con la pareja en una discoteca y que calificaba de “muy basto” lo que vio: “No se estaban besando, pero estaban ligando, era de flipar”.
Además, se dio cuenta de que Miguel estaba “buscando desesperadamente” a Nua hasta que le encontró más de una hora después: “Apartaba a la gente, estaba mirando a ver si le veía, iba al baño…”
Contra todo pronóstico, Miguel Frigenti lo ha confirmado. Perdió de vista a su chico durante más de una hora y justificaba la situación: “Quizás bebimos más agua con misterio de la que deberíamos… me fui con mi novio a mi casa, me pidió perdón y ya está”.
Miguel no sabe lo que pasó, Nua no se lo contó, tampoco se lo preguntó, pero se lo imaginaba: “Decidí olvidar ese capítulo porque me compensa más”; “¿Tú das por supuesto que estuvo ligando con otro?”, preguntaba Jorge Javier y Miguel asentía: “Lo acepto y no voy a poner fin a mi relación porque un chico tontee con un chaval”.
Sin embargo, este no era el único testimonio. Otro testigo decía haber presenciado una noche de fiesta en la que le llamó la atención ver cómo Nua intentaba acercar a Miguel a otro chico: “Le cogía la cara todo el rato, parecía que a Miguel no le hacía ninguna gracia que Nua quería que se dieran un beso”.
“No acostumbro a esto”, respondía Miguel, que no se acuerda de esta situación pero le resta importancia: “Ya está todo hablado, me fastidia por mi madre y por la familia de él”.
El último testimonio llegaba acompañado de un vídeo. En la secuencia vemos a Miguel bailando con Nua pero, a la vez, le toca el trasero a un chico. El colaborador negaba que esto sea un problema: se trataba de un íntimo amigo.