Carmen Alcayde y su marido se separan. La colaboradora de 'Sálvame' ha confirmado la noticia en el programa explicando que han tomado la decisión "de mutuo acuerdo" y, aunque ambos están "destrozados", creen que es lo mejor: "Es una decisión muy difícil pero creo que acertada". En cuanto a los motivos, Carmen habla de un desgaste de la relación y niega que hayan habido deslealtades o terceras personas entre ellos.
Carmen Alcayde se ha quitado su anillo de casada y la ausencia de esta joya en su mano ha confirmado la noticia: se separa de su marido tras 30 años de relación y tres hijos en común.
Aún tiene la marca en el dedo anular. La colaboradora acaba de quitarse la alianza como ya lo había hecho su marido y nos contaba que han tomado la decisión de separarse tras 19 años casados: “Él se lo quitó y digo '¡Ay pues yo no porque lo tengo como integrado!”.
Ante las preguntas de Jorge Javier Vázquez, Carmen nos decía que ahora están “en trámites de separación” y su estado de ánimo es “jodido”. Ha sido una decisión “muy difícil” para ellos pero “meditada” y cree que “acertada”. Sin embargo, no quería contar quién dio el primer paso: “Es de mutuo acuerdo”.
No ha habido broncas ni discusiones en casa, pero Carmen siente que eran “muy amigos” y que cada uno tiraba de un lado de la cuerda hasta tensarla. Eso sí, cree que ambos estaban en momentos de su vida muy diferentes. “No nos sobrábamos, sino que no nos complementábamos”, explicaba.
Cree que faltaba algo y, al contrario de lo que mucha gente piensa, lo hace también por sus hijos: “Cuando no hay felicidad, lo mejor para ellos es enseñarles que se puede ser feliz aunque separados”.
Eso sí, ha dejado claro que en la separación no han influido deslealtades ni ha habido terceras personas.
La colaboradora de 'Sálvame' prefiere no pensar en ello ya que antes de la boda se separaron pero retomaron su relación, se casaron y tuvieron tres hijos.
Los planes de Carmen Alcayde
“No he estado sola desde hace 30 años” reflexionaba Carmen que ahora quiere estarlo, pasar tiempo con sus hijos a solas e intentaba explicarlo de forma metafórica: “Quiero poner música y cantar y bailar en casa, es una tontería, pero eso quiero hacer”. Carmen se rompía. “Me quiero ir”, decía.