Rocío Flores Carrasco fue condenada por la justicia por lo que consideraron un “maltrato habitual y continuado” contra su madre a lo largo de tres años. En aquel momento, era menor, tenía 15 años y la causa judicial empezó tras lo ocurrido el 27 de julio de 2012, el último día que Rocío vio a su hija.
La sentencia que la condenaba vio la luz, fue publicada por Vanitatis pero en programas como ‘Sálvame’ no se abordaron los términos de esta condena ¿Por qué? Carlota Corredera desvelaba el motivo minutos antes de la entrevista de Rocío en directo en plató.
Cuando la información se publicó, Rocío Carrasco llamó por teléfono a la cúpula de la productora del programa, ‘La fábrica de la tele’: “Pidió por favor que no diésemos cobertura a esa información de Vanitatis y si el tema trascendía más, que cuidásemos mucho a Rocío Flores”.
En el texto se relata el episodio que desencadena las acciones judiciales y es que se narra que Rocío Flores inició una disputa en la que pegó y propinó patadas a su madre, que había caído al suelo.
El juzgado número 4 condenó a Rocío a 60 horas de prestaciones en beneficio de la comunidad, algo a lo que ella renunció y aceptó pasar seis meses de libertad vigilada.
Rocío Carrasco dejó claro que ella ni denunció entonces ni habría denunciado después a su hija. Asegura que la niña se fue de casa, se subió en el coche y, según ha relatado el chófer, llamó a su padre para decirle: “Papá, ya está hecho”.
Y, mientras ella acudía al hospital, Antonio David Flores fue con su hija a poner la demanda. Sin embargo, quien fue condenada fue Rocío Flores y se produjo después de que la Fiscalía actuara de oficio a petición del juez.
“Me pegó y acabé en el hospital”, narró Rocío en directo en su entrevista, convencida de que en realidad, quien le pegaba no era la niña, “era su padre”: “Mi hija fue verdugo porque antes fue víctima de su padre”.