A lo largo de los años se ha dado a entender que Rocío Carrasco estaba sola, apartada de su familia, pero sus tíos han querido dejar claro en su docuserie que no es así. “Nos daba dolor de tripa”, decía Antonio de las insinuaciones y aseguraban que su sobrina ha tenido su apoyo siempre.
Antonio guarda un gran parecido con Pedro Carrasco, padre de Rocío, y fue el encargado de llevarla hasta el altar. Le ha demostrado su apoyo y quiere dejar claro que lo ha tenido “siempre”: "Queremos que la gente sepa que somos una familia".
Además, nos contaba que se han enterado de todo después de que sucediera y se lamenta de que sus padres no hayan podido ayudarla: “Si sus padres hubieran visto lo que está viendo una familia que se separa con lo que era ella, que ella lo que hacía era unir a la gente hubieran pasado muy mal rato los dos”.
“¡Déjame hablar!”, le pedía Maribel y es que quería decirle a su sobrina algo: “Yo sí me creo tus lágrimas, lo que tienes que hacer es dejar de echar lágrimas y sonreír que es muy bueno”.
“Os quiero mucho”, decía una emocionada Rocío mientras su tía recordaba su adolescencia: quiere que vuelva a ser la niña de 13 años con una sonrisa en la cara.